Mental Care Perú

Mental Care Perú
Su salud mental es nuestra prioridad

martes, 27 de noviembre de 2012

TEORÍA DEL AMOR


CONCEPTUALIZACIÓN DEL AMOR

El amor es un concepto universal relativo a la afinidad entre seres, definido de diversas formas según las diferentes ideologías y puntos de vista (científico, filosófico, religioso, artístico). Habitualmente, y fundamentalmente en Occidente, se interpreta como un sentimiento relacionado con el afecto y el apego, y resultante y productor de una serie de emociones, experiencias y actitudes. En el contexto filosófico, el amor es una virtud que representa toda la bondad, compasión y afecto del ser humano. También puede describirse como acciones dirigidas hacia otros y basadas en la compasión, o bien como acciones dirigidas hacia otros (o hacia uno mismo) y basadas en el afecto.

En español, la palabra amor (del latín, amor, -ōris) abarca una gran cantidad de sentimientos diferentes, desde el deseo pasional y de intimidad del amor romántico hasta la proximidad emocional asexual del amor familiar y el amor platónico, y hasta la profunda unidad o devoción del amor religioso. En este último terreno, trasciende del sentimiento y pasa a considerarse la manifestación de un estado de la mente o del alma, identificada en algunas religiones con Dios mismo o con la fuerza que mantiene unido el universo.

Las emociones asociadas al amor pueden ser extremadamente poderosas, llegando con frecuencia a ser irresistibles. El amor en sus diversas formas actúa como importante facilitador de las relaciones interpersonales y, debido a su importancia psicológica central, es uno de los temas más frecuentes en las artes creativas (música, cine, literatura).

Desde el punto de vista de la ciencia, lo que conocemos como amor parece ser un estado evolucionado del primitivo instinto de supervivencia, que mantenía a los seres humanos unidos y heroicos ante las amenazas y facilitaba la continuación de la especie mediante la reproducción.

La diversidad de usos y significados y la complejidad de los sentimientos que abarca hacen que el amor sea especialmente difícil de definir de un modo consistente, aunque, básicamente, el amor es interpretado de dos formas: bajo una concepción altruista, basada en la compasión y la colaboración, y bajo otra egoísta, basada en el interés individual y la rivalidad. El egoísmo suele estar relacionado con el cuerpo y el mundo material; el altruismo, con el alma y el mundo espiritual. Ambos son, según la ciencia actual, expresiones de procesos cerebrales que la evolución proporcionó al ser humano; la idea del alma, o de algo parecido al alma, probablemente apareció hace entre un millón y varios cientos de miles de años.

MANIFESTACIONES DEL AMOR

En las relaciones de la persona con su medio, el amor se ha clasificado en diferentes manifestaciones; en virtud de ello, pueden aparecer una o más de las siguientes:

Amor autopersonal: El amor propio, amor compasivo, es, desde el punto de vista de la psicología humanista, el sano amor hacia uno mismo. Aparece situado como prerrequisito de la autoestima y, en cierto contexto, como sinónimo de ésta. Es algo positivo para el desarrollo personal e indispensable para las buenas relaciones interpersonales, y no debe confundirse con el narcisismo, que conlleva egocentrismo y que coincide con una autoestima baja. Para el budismo, que califica al ego como una mera ilusión de nuestra mente, el amor real, amor compasivo, sólo existe cuando se dirige hacia otra persona, y no hacia uno mismo. Para el psicoanálisis, que, de forma completamente opuesta al budismo, califica al ego como la única realidad, el amor autopersonal siempre es narcisismo, que puede ser, a su vez, saludable o no saludable.

Amor incondicional: Es el amor compasivo, altruista, que se profesa sin esperar nada a cambio. El amor espiritual, predicado por las diferentes religiones, es el amor incondicional por antonomasia. El amor maternal, o amor de madre a hijo, se reconoce también como amor de este tipo, y, por tradición, se considera motivado por un fuerte instinto que lo hace especialmente intenso; no obstante, hay también quien cuestiona la existencia de dicho instinto.

Amor filial: Entre hijos y padres (y, por extensión, entre descendientes y ancestros).

Amor fraternal: En su sentido estricto, es el afecto entre hermanos, aunque puede extenderse a otros parientes exceptuados los padres y los descendientes. Nace de un sentimiento profundo de gratitud y reconocimiento a la familia, y se manifiesta por emociones que apuntan a la convivencia, la colaboración y la identificación de cada sujeto dentro de una estructura de parentesco. Desde el punto de vista del psicoanálisis, el fraternal es, al igual que el amor filial, sublimado, ya que está fundado en la interdicción del incesto.

Amistad: Cercano al amor fraternal, es un sentimiento que nace de la necesidad de los seres humanos de socializar. El amor al prójimo nace a su vez del uso de la facultad de la mente de empatizar y tolerar, y constituye la abstracción de la amistad. Para Erich Fromm, dicho amor al prójimo equivale al amor fraternal y al amor predicado en la Biblia mediante la frase «amarás al prójimo como a ti mismo».

Amor romántico: Nace en la expectativa de que un ser humano cercano colme a uno de satisfacción y felicidad existencial. Este sentimiento idealiza en cierto grado a la persona objeto de dicha expectativa, definida en la psiquis.

Amor confluente: Amor entre personas capaces de establecer relaciones de pareja, definido a mediados del siglo XX. Aparece por oposición al amor romántico: no tiene que ser único, no tiene que ser para siempre, no supone una entrega incondicional, etc.

Amor sexual: Incluye el amor romántico y el amor confluente. El deseo sexual, según Helen Fisher, es diferente del amor romántico y del afecto (véase su estudio al respecto). Desde el punto de vista de la psicología humanista, el amor romántico —y el amor interpersonal en general— está relacionado en gran medida con la autoestima.

Amor platónico: Con propiedad, es un concepto filosófico que consiste en la elevación de la manifestación de una idea hasta su contemplación, que varía desde la apariencia de la belleza hasta el conocimiento puro y desinteresado de su esencia. Para Platón, el verdadero amor es el que nace de la sabiduría, es decir, del conocimiento.32 Vulgarmente, se conoce como una forma de amor en que no hay un elemento sexual o éste se da de forma mental, imaginativa o idealística y no de forma física.

Amor a los animales y a las plantas: Nace de un sentimiento protector.

Amor hacia algo abstracto o inanimado: A un objeto físico, una idea, una meta, a la patria (patriotismo), al lugar de nacimiento, al honor, a la independencia (integridad). Puede considerarse amor platónico en su sentido filosófico. El patriotismo puede ir asociado a la heroicidad, en cuyo caso constituye un comportamiento de altruismo respecto a su grupo, que en esencia es un comportamiento de egoísmo respecto a otro grupo en la medida en que no se considera al otro grupo de la misma condición.

Amor hacia un dios o una deidad (devoción): Suele nacer de la educación recibida desde la infancia, y se basa en la fe. Se considera a Dios como la fuente de todo amor. En la mayoría de los casos, existe la creencia de que, tras la muerte, Dios premiará de alguna forma a las personas que la correspondiente religión considere virtuosas.

Amor universal: Amor espiritual que, según diferentes religiones, todas las personas pueden llegar a profesar al medio natural y que los grandes místicos experimentan como expresión del nirvana, éxtasis o iluminación, estados de conexión absoluta con el universo o con Dios. Es una manifestación sublime en la que se eclipsan o confluyen el resto de las manifestaciones. Eckhart Tolle sostiene que el amor, como estado continuo, aún es muy raro y escaso, tan escaso como un ser humano consciente.

MODELO TRIPARTITO DEL AMOR ROMÁNTICO (Modelo Biológico)

Los modelos biológicos del sexo tienden a contemplar el amor como un impulso de los mamíferos, tal como el hambre o la sed. Helen Fisher, investigadora del Departamento de Antropología de la Universidad de Rutgers, Nueva Jersey, y experta mundial en este tema, describe la experiencia del amor en tres etapas parcialmente superpuestas: exitación, atracción y apego, en cada una de las cuales se desarrolla un proceso cerebral distinto, aunque interconectado, y regulado hormonalmente.

1) El impulso sexual indiscriminado o excitación sexual: Este proceso está regulado por la testosterona y el estrógeno en la mayoría de los mamíferos y casi exclusivamente por la testosterona en el ser humano, y es detectable neurológicamente en el córtex cingulado anterior. De breve duración (raramente dura más de unas pocas semanas o meses), su función es la búsqueda de pareja.

2) La atracción sexual selectiva, pasión amorosa o enamoramiento: regulada por la dopamina en los circuitos cerebrales del placer. Esta segunda etapa es inusualmente prolongada en el ser humano frente a otras especies (hasta 18 meses). Consiste en un deseo más individualizado y romántico por un candidato específico para el apareamiento, que se desarrolla de forma independiente a la excitación sexual como un sentimiento de responsabilidad hacia la pareja. Recientes estudios en neurociencia han indicado que, a medida que las personas se enamoran, el cerebro secreta en crecientes cantidades una serie de sustancias químicas, incluyendo feromonas, dopamina, norepinefrina y serotonina, que actúan de forma similar a las anfetaminas, estimulando el centro del placer del cerebro y llevando a efectos colaterales tales como aumento del ritmo cardíaco, pérdida de apetito y sueño, y una intensa sensación de excitación. Las investigaciones han indicado que esta etapa generalmente termina al cabo de un año y medio a tres años.

Otra sustancia que el cerebro libera en estado de enamoramiento es la feniletilamina, que actúa sobre el sistema límbico y provoca las sensaciones y sentimientos comunes en dicho estado, además de que es un precursor de la dopamina, de ahí que esta última también se encuentre en grandes cantidades. Una pequeña modificación química puede hacer que se transforme en un estimulante (anfetamina y metilfenidato) o un antidepresivo (bupropión y la venlafaxina). La feniletilamina puede encontrarse también en alimentos como el chocolate y quesos fermentados. Según Helen Fisher, es por ello que el amor romántico es —al igual que el chocolate— adictivo.

La molécula proteínica conocida como factor de crecimiento nervioso (NGF) presenta niveles elevados cuando las personas se enamoran por primera vez, aunque ésta vuelve a sus niveles previos al cabo de un año.

3) El cariño o apego: lazo afectivo de larga duración que permite la continuidad del vínculo entre la pareja, regulado por la oxitocina y la vasopresina, que también afectan al circuito cerebral del placer; su duración es indeterminada (puede prolongarse toda la vida). El apego implica la tolerancia de la pareja (o de los hijos) durante un tiempo suficiente como para criar a la prole hasta que ésta pueda valerse por sí misma. Se basa generalmente, por lo tanto, en responsabilidades tales como el matrimonio y los hijos, o bien en amistad mutua basada en aspectos como los intereses compartidos. Se ha relacionado con niveles de las sustancias químicas oxitocina y vasopresina a un nivel mayor del que se presenta en relaciones a corto plazo.

El equilibrio de los tres procesos controla la biología reproductiva de muchas otras especies, por lo que se cree que su origen evolutivo es común. La etología interpreta que el amor humano evolucionó a partir del ritual de apareamiento o cortejo de los mamíferos (despliegue de energía, persecución obsesiva y protección posesiva de la pareja y agresividad hacia los potenciales rivales).


ASPECTOS PSICOLÓGICOS

Para presentar el punto de vista de la psicología sería preciso presentarlo de cada uno de sus enfoques/escuelas.

Desde un punto de vista de la terapia cognitivo-conductual, el amor es un estado mental orgánico que crece o decrece dependiendo de cómo se retroalimente ese sentimiento en la relación de los que componen el núcleo amoroso. La retroalimentación depende de factores tales como el comportamiento de la persona amada, sus atributos involuntarios o las necesidades particulares de la persona que ama (deseo sexual, necesidad de compañía, voluntad inconsciente de ascensión social, aspiración constante de completitud, etc.).

Desde la psicología cognitiva, destaca las investigaciones efectuadas acerca del amor de Robert J. Sternberg, quien propuso la existencia de 3 componentes en su teoría triangular del amor:

· La intimidad, entendida como aquellos sentimientos dentro de una relación que promueven el acercamiento, el vínculo y la conexión.

· La pasión, como estado de intenso deseo de unión con el otro, como expresión de deseos y necesidades.

· La decisión o compromiso, la decisión de amar a otra persona y el compromiso por mantener ese amor.

Estos tres componentes pueden relacionarse entre sí formando diferentes formas de amor: intimidad y pasión, pasión y compromiso, intimidad y compromiso, etc.

Desde corrientes psicoanalíticas, para Erich Fromm el amor es un arte y, como tal, una acción voluntaria que se emprende y se aprende, no una pasión que se impone contra la voluntad de quien lo vive. El amor es, así, decisión, elección y actitud. Según Fromm, la mayoría de la gente identifica el amor con una sensación placiente. Él considera, en cambio, que es un arte, y que, en consecuencia, requiere esfuerzo y conocimiento. Desde su punto de vista, la mayoría de la gente cae en el error de que no hay nada que aprender sobre el amor, motivados, entre otras cosas, por considerar que el principal objetivo es ser amado y no amar, de modo que llegan a valorar aspectos superficiales como el éxito, el poder o el atractivo que causan confusión durante la etapa inicial del pretendido enamoramiento pero que dejan de ser influyentes cuando las personas dejan de ser desconocidas y se pierde la magia del misterio inicial.

Así pues, recomienda proceder ante el amor de la misma forma que lo haríamos para aprender cualquier otro arte, como la música, la pintura, la carpintería o la medicina. Y distingue, como en todo proceso de aprendizaje, dos partes, una teórica y otra práctica.

 
ASPECTOS ANTROPOLÓGICOS

En una entrevista con motivo de la publicación de su libro Por qué amamos, Fisher comenta que, en la elección de la pareja, y aunque aún no se conocen los motivos concretos, se sabe que intervienen de forma importante la cultura y el momento en que se produce dicha elección (por ejemplo, debemos estar dispuestos a enamorarnos). La gente tiende a enamorarse de alguien que tiene alrededor, próximo; nos enamoramos de personas que resultan misteriosas, que no se conocen bien. Los hombres se enamoran más deprisa que las mujeres, y tres de cada cuatro personas que se suicidan cuando una relación acaba son hombres. En cuanto a la pasión, ambos sexos presentan el mismo grado, pero en los hombres se ha descubierto una mayor actividad en una pequeña región cerebral asociada con la integración de los estímulos visuales.

Es algo que tiene sentido, pues [en general] el negocio de la pornografía se apoya en los hombres y las mujeres intentan constantemente agradar con su aspecto a los hombres. La investigadora refiere que, durante millones de años, el hombre ha tenido que mirar bien a la mujer y tomarle la medida para ver si ella le daría un hijo saludable. En las mujeres, se ha descubierto una mayor actividad en una de tres áreas diferentes, asociadas con la memoria y la rememoración, y no simplemente con la capacidad de recordar. También durante millones de años, una mujer no podía mirar a un hombre y saber si podría ser un buen padre y un buen marido. Para saberlo, tenía que recordar. Y actualmente las mujeres recuerdan cosas como lo que había dicho su pareja el último día de San Valentín, o su comportamiento con anterioridad. Según Fisher, es un mecanismo de adaptación que las mujeres probablemente han poseído durante cuatro millones de años, para conseguir al hombre adecuado.

El amor romántico es más fuerte que el impulso sexual. Promueve el apareo, pero, ante todo, promueve el deseo de consecución de un nexo emocional (queremos que nuestra pareja nos llame por teléfono, que se acuerde de nosotros, queremos agradarla y deseamos que ambos tengamos los mismos gustos). Una de las características principales del amor romántico, además del deseo de contacto sexual, es el de exclusividad sexual. Cuando tenemos relaciones sexuales con alguien y no lo amamos, no nos importa realmente si también las tiene con otros. Pero cuando nos enamoramos, pasamos a ser realmente posesivos, algo que en la comunidad científica llaman «vigilancia de la pareja». Por ello, el amor romántico es un arma de doble filo, pues, dependiendo del desenlace de la relación, puede derivar en una gran felicidad o una gran tristeza, la cual a su vez puede llevar, en casos extremos, al suicidio y/o al asesinato.

El amor y el odio son muy parecidos, con la indiferencia como el opuesto de ambos. Normalmente hacemos ambas cosas: amamos y odiamos al mismo tiempo a la persona. De hecho, el amor y el odio tienen muchas cosas en común: cuando odiamos, concentramos nuestra atención tanto como cuando amamos; cuando amamos o cuando odiamos, nos obsesiona pensar en ello, tenemos una gran cantidad de energía y nos cuesta comer y dormir.



 

lunes, 5 de noviembre de 2012

TRASTORNO BIPOLAR



CLASIFICACIÓN

No hay un consenso claro sobre cuantos tipos de trastorno bipolar existen. En el DSM-IV-TR y el CIE-10, el trastorno bipolar se concibe como un espectro de trastornos que se suceden en un continuo. El DSM-IV-TR lista cuatro tipos de trastornos del estado de ánimo que se ajustan en la categoría de bipolar: trastorno bipolar tipo I, trastorno bipolar tipo II, ciclotimia y trastorno bipolar no especificado. En el Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders" (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales) de la American Psychiatric Association (Asociación Americana de Psiquiatría) se describen dos tipos de trastorno bipolar: tipo I y tipo II.

Trastorno bipolar tipo I

El trastorno bipolar tipo I se da en aquellos individuos que han experimentado un episodio maniaco añadido a un episodio depresivo (de acuerdo con el DSM-IV-TR). Es frecuente que los sujetos también hayan presentado uno o más episodios depresivos mayores. Para el diagnóstico de esta modalidad de acuerdo con el DSM-IV-TR son necesarios uno o más episodios maníacos o mixtos. No es necesario que exista un episodio depresivo como requisito para el diagnóstico, aunque frecuentemente aparezca.

Trastorno bipolar tipo II

El trastorno bipolar tipo II se caracteriza por episodios de depresión mayor así como al menos un episodio hipomaniaco. Los episodios hipomaníacos no llegan a los extremos de la manía (es decir, que no provocan alteraciones sociales u ocupacionales y carecen de rasgos psicóticos). El trastorno bipolar tipo II es mucho más difícil de diagnosticar, puesto que los episodios de hipomanía pueden aparecer simplemente como un periodo de éxito con alta productividad y suele relatarse esto con menos frecuencia que cuando se sufre una depresión. Puede darse psicosis en episodios de depresión mayor y en manía, pero no en hipomanía. Para ambos trastornos existe un cierto número de especificadores que indican la presentación y el curso del trastorno, entre otros el de "crónico", "ciclado rápido", "catatónico" y "melancólico".

 Ciclotimia

 La ciclotimia implica la presencia o historial de numerosos episodios de hipomanía, intercalados con episodios depresivos que no cumplen completamente los criterios para que existan episodios de depresión mayor. La idea principal es que existe un ciclado de grado bajo del estado de ánimo que aparece ante el observador como un rasgo de la personalidad, pero que interfiere con su función.

 Hay variaciones de este trastorno. Los estados de ánimo cambian rápidamente (en un año se pueden manifestar entre 4 o más cambios de ánimo) como también pueden cambiar lentamente. Una vez estabilizado el paciente se reencuentra con su vida social, laboral, e incluso afectiva, evitando escaparse de sí mismo y de su entorno, para así estar en convivencia con su pareja, amigos y familiares.
En términos psiquiátricos, esto se llama ciclos rápidos o acelerados y ciclos lentos, respectivamente. Los ciclos ultra rápidos, en donde el ánimo cambia varias veces a la semana (o incluso en un día), suelen ocurrir en casos aislados, pero es ciertamente una variable real del trastorno. Estos patrones de cambios de ánimo son asociados con ansiedad y altos riesgos de suicidios.

 Trastorno bipolar no especificado

 El trastorno bipolar no especificado es un "cajón de sastre", diagnóstico que se utiliza para indicar afecciones bipolares que no encajan en otras categorías diagnósticas. Si un individuo parece sufrir claramente de algún tipo de trastorno bipolar pero no cumple los criterios de alguno de los subtipos mencionados más arriba, se le asigna el diagnóstico de trastorno bipolar no especificado. Aunque los pacientes por lo general acudirán en busca de ayuda en fase depresiva, es muy importante averiguar a partir del paciente o de la familia de éste si alguna vez se ha dado algún episodio de manía o hipomanía mediante una cuidadosa interrogación. Esto evitará un diagnóstico equivocado de trastorno depresivo y evitará el uso de antidepresivos que pueden desencadenar un cambio a manía o hipomanía o inducir un ciclado rápido.

 CAUSAS

 El trastorno bipolar no es ni fisiológico puro ni tampoco ambiental, es multifactorial, lo que significa que existen muchos factores genéticos y ambientales que, integrados, originan el trastorno.

No hay una causa única para el trastorno bipolar—sino el acuerdo científico es que son muchos factores que actúan en conjunto y producen la enfermedad. Debido a que el trastorno bipolar tiende a prevalecer en las familias, los investigadores han tratado de buscar un gen específico que se transfiera por generaciones y el cual pueda incrementar las posibilidades de una persona de desarrollar la enfermedad. Con ello, la búsqueda mediante investigación de genes sugiere que el trastorno bipolar, como otras enfermedades mentales, no ocurre debido a un sólo gen.

 Los factores psicológicos también desempeñan un importante papel en la psicopatología del trastorno, así como en los factores psicoterapéuticos—cuyo objetivo es el alivio de los síntomas centrales—, el reconocimiento de los desencadenantes de episodios, el reconocimiento de los síntomas prodrómicos antes de una recurrencia declarada y la práctica de los factores que conducen a la continuidad en la remisión.

 HERENCIA

 El trastorno es prevalente según el historial familiar, es decir, que suele haber antecedentes familiares bien de trastorno bipolar o de otro tipo de trastorno del humor como la depresión. Más de dos tercios de las personas que padecen trastorno bipolar han tenido al menos un pariente cercano con el trastorno o con depresión mayor unipolar.
Cada vez existen más pruebas de un componente genético como causa del trastorno bipolar, proporcionado por algunos estudios en gemelos y de ligamiento genético. Los estudios que buscan la identificación de las bases genéticas del trastorno bipolar indican que la susceptibilidad procede de múltiples genes. Los investigadores tienen la esperanza de que identificando los genes de susceptibilidad y las proteínas que codifican se haga posible el desarrollo de mejores tratamientos e intervenciones preventivas que tengan como objetivo los procesos subyacentes de la enfermedad.

 MANIFESTACIONES CLÍNICAS

El trastorno bipolar es comúnmente encuadrado como Trastorno Bipolar Tipo I, en donde el individuo experimenta experiencias extremas de manía, o Trastorno Bipolar Tipo II, en donde los «altos» de la hipomanía no llegan hasta el extremo de la manía. Este último es mucho más difícil de diagnosticar, ya que los episodios de hipomanía pueden simplemente parecer como períodos de una alta productividad del individuo y se han reportado mucho menores que la depresión ansiosa. Puede ocurrir la psicosis, particularmente en los períodos de manía. También nos encontramos con subtipos de «ciclos acelerados».

Período depresivo

 Una disminución del interés en las actividades diarias y/o placer producido por las actividades cotidianas pueden ser signos de la fase depresiva del paciente bipolar.
Las señales y los síntomas del período depresivo en el trastorno bipolar incluyen (pero en ningún sentido se limitan solo a ellos): sentimientos constantes de tristeza, ansiedad, culpa, ira y soledad y/o desesperanza, desórdenes de sueño, apetito, fatiga, pérdida de interés por actividades de las que la persona antes disfrutaba, problemas de concentración, odio hacia uno mismo, apatía o indiferencia, despersonalización, perdida de interés en la actividad sexual, timidez o ansiedad social, irritabilidad, dolor crónico (con o sin causa conocida), falta de motivación, e incluso ideas suicidas.

 Durante la fase depresiva el paciente puede presentar:

ü  Pérdida de la autoestima.
ü  Desánimos continuos.
ü  Ensimismamiento.
ü  Sentimientos de desesperanza o minusvalía.
ü  Sentimientos de culpabilidad excesivos o inapropiados.
ü  Fatiga (cansancio o aburrimiento) que dura semanas o meses.
ü  Lentitud exagerada (inercia).
ü  Somnolencia diurna persistente.
ü  Insomnio.
ü  Problemas de concentración, fácil distracción por sucesos sin trascendencia.
ü  Dificultad para tomar decisiones y confusión general enfermiza, ejemplos: deciden un cambio repentino de empleo, una mudanza, o abandonar a las personas que más aman como puede ser una pareja o un familiar (cuando el paciente es tratado a tiempo deja de lado las situaciones "alocadas" y regresa a la vida real, para recuperar sus afectos y su vida).
ü  Pérdida del apetito.
ü  Pérdida involuntaria de peso.
ü  Pensamientos anormales sobre la muerte.
ü  Pensamientos sobre el suicidio, planificación de suicidio o intentos de suicidio.

Período maníaco

Las personas que se encuentran en un episodio maníaco pueden estar eufóricas, irritables y/o suspicaces, con un incremento en sus actividades y cualidades tanto físicas como mentales.

El incremento en la energía y en las actividades es muy común; suele tener verborrea. La necesidad de dormir se encuentra disminuida. La persona suele distraerse rápidamente y puede manifestar e incluso llevar a la práctica ideas irreales, grandilocuentes y sobre optimistas. Las facultades sociales se ven disminuidas, y las ideas poco prácticas suelen llevar a indiscreciones tanto financieras como amorosas.

En la fase maníaca se pueden presentar:

ü  Exaltación del estado de ánimo.
ü  Aumento de las actividades orientadas hacia metas, delirios de grandeza, creencias falsas en habilidades especiales. Si los contradicen suelen enfadarse y volverse paranoicos, (pensar que el mundo está en su contra).
ü  Ideas fugaces o pensamiento acelerado (taquipsiquia).
ü  Enfadarse por cualquier cosa.
ü  Autoestima alta.
ü  Menor necesidad de dormir.
ü  Agitación.
ü  Verborrea (hablar más de lo usual o tener la necesidad de continuar hablando).
ü  Incremento en la actividad involuntaria (es decir, caminar de un lado a otro, torcer las manos).
ü  Inquietud excesiva.
ü  Aumento involuntario del peso.
ü  Bajo control del temperamento.
ü  Patrón de comportamiento irresponsable.
ü  Hostilidad.
ü  Aumento en la actividad dirigida al plano social o sexual.
ü  Compromiso excesivo y dañino en actividades placenteras que tienen un gran potencial de producir consecuencias dolorosas (andar en juergas, tener múltiples compañeros sexuales, consumir alcohol y otras drogas).
ü  Creencias falsas (delirios místicos y otros).
ü  Alucinaciones.

Hipomanía

La hipomanía es generalmente un episodio destructivo menor que la manía, y las personas que se encuentran en este episodio usualmente experimentan los síntomas de la manía en menor grado o menos síntomas. La duración es regularmente menor que la manía. Este es considerado como un período «artístico» del desorden, que se caracteriza por una gran cantidad de ideas, un pensamiento extremadamente ingenioso, y un incremento en la energía.

Período mixto

En el contexto del trastorno bipolar los períodos mixtos son aquellos en los cuales la manía y la depresión clínica ocurren simultáneamente (por ejemplo, la agitación, ansiedad, agresividad, confusión, fatiga, impulsividad, las ideas suicidas, el pánico y la paranoia, ideas de persecución, verborrea, pensamiento veloz y furia).

Los episodios mixtos suelen ser los más volátiles dentro del estado bipolar, debido a que los estados pueden ser activados o desencadenados de forma rápida y simple. Los intentos suicidas, el abuso de substancias psicotrópicas y dañarse a sí mismo suele ocurrir en este estado.

 Recaídas

 Algunas personas, incluso estando medicadas, pueden experimentar episodios del trastorno en un nivel menor, o, incluso llegando a experimentar episodios completos de manía o depresión. De hecho, algunos estudios recientes han descubierto que el trastorno bipolar está "caracterizado por un bajo porcentaje de recuperación, un alto porcentaje de recaída, y un funcionamiento regular entre los distintos episodios." El estudio además confirmó la seriedad del trastorno en cuanto a que las personas con un "trastorno bipolar estándar han duplicado las posibilidades de muerte." El trastorno bipolar está actualmente considerado como "posiblemente la categoría más costosa de trastornos mentales en los Estados Unidos."

 Los siguientes comportamientos pueden llevar a recaídas, tanto maniacas como depresivas:

1.      La descontinuación o terminación de la medicación sin consultar con su médico.
2.      Estar mal medicado. Generalmente el tomar una dosis menor de un estabilizador de ánimo puede llevar a una manía. El tomar una menor dosis de antidepresivos puede causar una recaída depresiva, mientras que dosis muy elevadas pueden llevar a episodios mixtos o episodios de manía.
3.      El tomar drogas duras - sean medicamentos o no - tales como la cocaína, alcohol, anfetaminas u opioides. Estas tienden a empeorar los episodios.
4.      El dormir demasiado o muy poco. Dormir demasiado (posiblemente causado por la medicación) puede llevar a la depresión, mientras que el dormir muy poco puede conducir a episodios mixtos o maniacos.
5.      La cafeína puede causar desórdenes en el ánimo que pueden conducir a la irritabilidad, la disforia y la manía.
6.      Usualmente los pacientes tienden a automedicarse, siendo las drogas más comunes el alcohol y la marihuana. Algunas veces se vuelven hacia las drogas duras. Estudios han demostrado que el fumar tabaco induce un efecto calmante en la mayoría de los pacientes, y un alto porcentaje de las personas que sufren del trastorno suelen fumar tabaco.

Riesgo de suicidio

Las personas que padecen de trastorno bipolar tienen una posibilidad incrementada tres veces más de poder llegar a cometer suicidio que la de aquellos que padecen de depresiones mayores (12% a 30%). Aunque muchas de las personas que sufren del trastorno realmente nunca logran cometer el suicidio, el promedio anual de suicidio en hombres y mujeres diagnosticadas con la enfermedad (0.4%) es de 10 hasta 20 veces mayor que en la población general. Individuos que padecen del trastorno tienden a tener tendencias suicidas, especialmente durante los estados mixtos de hipomanía y depresión agresiva.

DIAGNÓSTICO

El diagnóstico se basa en las experiencias de las que informa el propio paciente así como anormalidades en la conducta referidas por los miembros de la familia, amigos o compañeros de trabajo, seguido por los signos secundarios observados por un psiquiatra, enfermero, trabajador/a social, psicólogo clínico u otro diagnosticador cualificado mediante una evaluación clínica. Existe una lista de criterios que se deben cumplir para que alguien reciba el diagnóstico. Éstos dependen tanto de la presencia como de la duración de determinados signos y síntomas.

Diagnóstico diferencial y comorbilidad

Hay varias enfermedades psiquiátricas que pueden presentar síntomas similares. Entre otras están la esquizofrenia, intoxicación por drogas, psicosis breve inducida por fármacos, Trastorno esquizofreniforme y trastorno límite de la personalidad. Éste último es importante puesto que ambos diagnósticos implican síntomas comúnmente conocidos como "cambios de humor". En el trastorno bipolar, el término se refiere a los episodios cíclicos de ánimo elevado o deprimido que dura generalmente semanas o meses (aunque existe una variante cicladora rápida de más de cuatro episodios anuales). En el contexto del Trastorno límite, sin embargo, el término se refiere a la marcada labilidad emocional y reactividad del estado de ánimo conocido como desregulación emocional, debido a una respuesta a estresantes psicosociales externos e intrasíquicos. Éstos pueden surgir o desaparecer súbita y dramáticamente y durar segundos, minutos, horas o días. Un trastorno bipolar es generalmente más incidente sobre el sueño, el apetito y un estado de ánimo no reactivo, mientras que éste permanece marcadamente reactivo en la distimia y en el trastorno límite y los trastornos del sueño no son agudos.

Se ha debatido la relación entre el trastorno bipolar y el trastorno límite de la personalidad. Algunos sostienen que el último representa una forma subumbral de trastorno afectivo, mientras que otros mantienen la distinción, aunque advierten que a menudo pueden coexistir.

Niños

Es frecuente que se diagnostiquen otras afecciones psiquiátricas a los niños bipolares. Estos diagnósticos adicionales pueden ser problemas concurrentes o pueden ser diagnosticados erróneamente como trastorno bipolar. Entre las afecciones comórbidas se puede encontrar la depresión, el Trastorno por déficit de atención con hiperactividad, la esquizofrenia y el síndrome de la Tourette. Además algunos niños con historiales de abuso o negligencia podrían sufrir trastorno bipolar tipo I. Se da una alta comorbididad entre el Trastorno reactivo del apego y trastorno bipolar tipo I, encontrándose en el sistema de salud norteamericano aproximadamente el 50% de los niños que habían sido diagnosticado del primero, también tenían trastorno bipolar I.

 TRATAMIENTO

Actualmente no existe cura para el trastorno bipolar, pero puede ser controlado. El objetivo del tratamiento consiste en un control eficaz del curso de la enfermedad a largo plazo, lo cual puede suponer el tratamiento de los síntomas emergentes. Para lograrlo se emplean técnicas farmacológicas y psicológicas. El tratamiento farmacológico se basa en el uso de estabilizadores del estado de ánimo y de las técnicas psicológicas la única que ha demostrado ser eficaz es la psicoeducación. Se calcula que la respuesta a los fármacos puede estar condicionada hasta en un 85% por factores genéticos, por lo que ya existen en el mercado tests que recogen la información farmacogenética del paciente para que el médico pueda valorar qué tratamiento va a funcionar mejor en el paciente con trastorno bipolar, en función de sus características genéticas.

 En cuanto al aspecto social, se debe buscar la plena integración en el entorno. Para ello es condición prioritaria la 'normalización' de éste y los demás trastornos mentales. La erradicación del estigma, de los estereotipos, prejuicios y rechazos con que se carga a las personas que padecen problemas mentales, es el mejor instrumento para que la propia persona afectada reduzca sus niveles de estrés social, que en muchas ocasiones son los que le provocan los cambios de humor extremos.

La meta del tratamiento es evitar las crisis y minimizar o eliminar los síntomas sub-sindromáticos. En realidad el tratamiento del trastorno bipolar es simple si consideramos los siguientes aspectos:

1.      El pilar del tratamiento son los estabilizadores del estado de ánimo (litio, valproato, carbamazepina, oxcarbazepina, lamotrigina, topiramato).

2.      Los antipsicóticos atípicos no son estabilizadores del estado de ánimo y su uso debe limitarse a los periodos de crisis, y siempre en combinación con un estabilizador del estado de ánimo. Su uso en monoterapia posee un impacto neurocognitivo deteriorante para el paciente.

3.      Los antidepresivos tampoco son estabilizadores del estado de ánimo y deben evitarse en pacientes bipolares porque aumentan la frecuencia del ciclado, favorecen la aparición de episodios mixtos y pueden producir viraje a manía. Cuando su uso es imprescindible deben usarse solo durante las crisis y asociados a un estabilizador del ánimo.
 
http://www.mentalcareperu.com
 

 

TERAPIA DE PAREJAS



MOTIVOS MÁS FRECUENTES, POR LAS CUALES SE SEPARAN LAS PAREJAS

ü  Infidelidad
ü  Tensiones y conflictos familiares
ü  Abuso físico y emocional.
ü  Crisis de la edad media.
ü  Adicciones (alcohol, drogas, trabajo, otros)
ü  Falta de comunicación.
ü  Problemas económicos.
ü  Falta de compromiso con el matrimonio.
ü  Cambios drásticos en prioridades personales.
ü  Expectativas o necesidades insatisfechas,
ü  Falta de habilidades en la resolución de conflictos.
ü  Celos enfermizos
ü  Intolerancia.
ü  Problemas sexuales.
ü  Violencia física o emocional.


EL AMOR EN LAS RELACIONES DE PAREJA

La teoría triangular del amor del psicólogo estadounidense Robert Sternberg caracteriza el amor en una relación interpersonal según tres componentes diferentes:

ü  La intimidad, entendida como aquellos sentimientos dentro de una relación que promueven el acercamiento, el vínculo y la conexión.

ü  La pasión, como estado de intenso deseo de unión con el otro, como expresión de deseos y necesidades.

ü  La decisión o compromiso, la decisión de amar a otra persona y el compromiso por mantener ese amor.

Las diferentes etapas o tipos de amor pueden ser explicados con diferentes combinaciones de estos elementos. De acuerdo al autor, una relación basada en un sólo elemento es menos probable que se mantenga, que una basada en dos o en los tres.

Las siete formas del amor

1.      Cariño: En este caso, no debe tomarse en un sentido trivial. Este es el cariño íntimo que caracteriza las verdaderas amistades, en donde se siente un vínculo y una cercanía con la otra persona, pero no pasión física ni compromiso a largo plazo.

2.      Encaprichamiento: Es lo que comúnmente se siente como "amor a primera vista". Sin intimidad ni compromiso, este amor puede desaparecer en cualquier momento.

3.      Amor vacío: Existe una unión por compromiso, pero la pasión y la intimidad han muerto. No sienten nada uno por el otro, pero hay una sensación de respeto y reciprocidad. En los matrimonios arreglados, las relaciones suelen comenzar con un amor vacío.

4.      Amor romántico: Las parejas románticas están unidas emocionalmente (como en el caso del cariño) y físicamente, mediante la pasión.

5.      Amor sociable: Se encuentra frecuentemente en matrimonios en los que la pasión se ha ido, pero hay un gran cariño y compromiso con el otro. Suele suceder con las personas con las que se comparte la vida, aunque no existe deseo sexual ni físico. Es más fuerte que el cariño, debido al elemento extra que es el compromiso. Se encuentra en la familia y en los amigos profundos, que pasan mucho tiempo juntos en una relación sin deseo sexual.

6.      Amor fatuo: Se da en relaciones en las que el compromiso es motivado en su mayor parte por la pasión, sin la estabilizante influencia de la intimidad.

7.      Amor consumado: Es la forma completa del amor. Representa la relación ideal hacia la que todos quieren ir pero que aparentemente pocos alcanzan. Sin embargo, Sternberg señala que mantener un amor consumado puede ser aún más difícil que llegar a él. Enfatiza la importancia de traducir los componentes del amor en acciones. "«Sin expresión —advierte—, hasta el amor más grande puede morir»". El amor consumado puede no ser permanente. Por ejemplo, si la pasión se pierde con el tiempo, puede convertirse en un amor sociable.

 
Combinaciones de Intimidad, Pasión y Compromiso

Combinaciones de Intimidad, Pasión y Compromiso
Tipo de Amor
Intimidad
Pasión
Compromiso
Cariño
X
Encaprichamiento
X
Amor Vacío
X
Amor Romántico
X
X
Amor Sociable
X
X
Amor Fatuo
X
X
Amor Consumado
X
X
X

 

ETAPAS EN LA RELACIÓN DE PAREJA

Enamoramiento

El enamoramiento correspondido hace que nos sintamos felices

 Enamorarse es un estado emocional de alegría y felicidad y cada persona tiene causas diferentes y específicas para hacerlo. La persona enamorada siente un deseo irresistible de compartir todo, con quien es el objeto de su amor.
Generalmente el enamoramiento hace que se le atribuyan al otro cualidades exageradas, y luego al pasar el tiempo van apareciendo conductas que al principio, o eran disculpadas o eran negadas, pero que se hacen evidentes.
Es muy importante saber que el enamoramiento es químico, es decir al sentir la atracción hacia otra persona, el cerebro descarga una cantidad de hormonas que son las que producen esas sensaciones de alegría y felicidad.
 
Amor

Al pasar esta etapa y comenzar el acostumbramiento, surgen nuevas sensaciones y se va consolidando la relación, Este proceso consiste en la maduración de ese amor inicial para convertirlo en una amor sólido dando paso en muchas ocasiones a un proyecto de vida en común o de familia.
Esto a veces es complicado porque en la primera etapa ambos en general sólo muestran lo mejor de si mismos y luego aparecen las complicaciones.

Casamiento

 El casamiento es una decisión muy importante en la vida de las parejas, implica un compromiso que en el momento de hacerlo ambos esperan que sea para siempre. Al decidir casarse, la pareja se independiza de su familia de origen para consituir una nueva familia, construyendo un nuevo sistema, que se aisla de los sistemas familiares de origen.
Al convivir, comienzan las dificultades, y eso que se creía iba a ser maravilloso, empieza a disolverse y aparecen las diferencias: Cómo manejar el tiempo libre de cada uno, cuánto tiempo desean y pueden compartir, cómo van a manejar el El dinero en la pareja, cuánto tiempo va a trabajar cada uno, cómo van a dividir las tareas del hogar, etc. y empiezan las Crisis en la pareja.

El nacimiento del primer hijo

El nacimiento del primer hijo, la mayoría de las veces causa una Crisis en la pareja importante en la pareja.
Cada uno de los miembros viene de familias diferentes con costumbres y creencias distintas; si la pareja se había consolidado y tenía cierta independencia, las familias de ambos pueden comenzar a opinar sobre la crianza del bebe haciendo uso de su experiencia previa para ”ayudar” a los padres primerizos con sus miedos e inexperiencia y esto trae problemas dentro de la pareja.
También suele surgir cierta rivalidad por el afecto del hijo: cada uno de ellos puede considerar al hijo su propiedad privada y querer criarlo como les parece individualmente lo que trae numerosos problemas.
Esto pasa porque al tener que desempeñar los papeles de padre y madre suelen tender a copiar actitudes de sus propios padres, y a veces por inexperiencia se sienten fracasados en su nuevo rol y pueden experimentar una regresión.

Crianza de los Hijos

El papel que desempeñan los padres en el desarrollo de sus hijos es tan importante que muchas veces se preocupan demasiado por los pequeños errores en la crianza pensando que puedan tener consecuencias desastrosas.
Si bien los padres, son los principales responsables del desarrollo de sus hijos; deben dejar de lado los temores de que un arranque de furia, no llegar a tiempo a recogerlo al jardín o escuela, un reto o cualquier otra actitud que no se den cuenta cuando la ejecutan, los perjudique para siempre.
Es importante dejar de lado tantos temores y saber que lo que sucede en el hogar durante la crianza influye como un todo, y no como pequeños incidentes.
Claro está que si el maltrato es continuo, tendrá consecuencias nefastas en los hijos lo mismo que la sobreprotección.
Es en la crianza de los hijos donde suelen aparecer Crisis en la pareja entre los padres cuando no están de acuerdo con las actitudes de la otra persona.

 
Adolescencia

Descrita por G. Stanley Hall como "Tormenta e ímpetu", es una etapa donde prima el idealismo, hay una enorme expresividad, muchos cambios de carácter, los chicos de pronto están muy alegres, y de pronto se los ve sufriendo, reaccionan contra lo establecido, contra "lo viejo", generalmente representado por los padres y abuelos, escuela, universidad, y todo aquello que ellos consideren anticuado.
Los chicos pasan de ser los chicos conocidos hasta ahora, hasta ir transformándose en "verdaderos desconocidos" para su familia que desconcertada no sabe como tratarlos.
Es una etapa muy difícil, surgen las competencias, entre padres e hijos, y aparecen nuevas Crisis en la pareja.

 
TERAPIA DE PAREJA

Consiste en participar en un proceso de aprendizaje de nuevos patrones comportamentales con el fin de fortalecer los vínculos afectivos con su pareja. Asimismo es asistir a las parejas con problemas, o en crisis graves, para ayudarlos a encontrar la mejor solución.

El terapeuta se encarga de guiar los diferentes estados afectivos, cognitivos y conductuales, así como la propuesta de mejora a un nivel vivencial, con el fin de poder cerrar conflictos y experimentar una nueva vida junto a su ser querido.